Se trata de una exposición abierta en el Hospital Real de Granada que integra más de trescientos retratos de muy distintos formatos en blanco y negro entre las que destacan las imágenes de Alejandro Amenábar, José Luis Cuerda, Pedro Piqueras o Joan Pijoan, entre otros.
Modelos conocidos, pero también anónimos, posan desnudos para el artista plástico que pretende acercarse a las personas tal y como son, contando historias particulares a través de sus cicatrices, sus caras y sus ojos.
Como si de una radiografía de la humanidad se tratara, Juan José Gómez Molina, nos muestra con esta serie de imágenes la parte más humana y natural de cada uno de los personajes. El fotógrafo desnuda sin piedad a cada uno de los protagonistas buscando belleza o fealdad, exhibición o deseo de inocencia; busca lo real, lo auténtico, lo simple y sencillo. Busca en su entorno, mira a su alrededor y a través de su mirada nos enseña la verdadera personalidad de todos y cada uno de sus modelos.
Nos enseña la vida y la historia de cada persona en cada componente de su trabajo. El autor realiza fotos de individuos totalmente desnudos, cubiertos y abrazados únicamente por su propia piel; la piel que nos acompaña a lo largo de nuestra vida y en cuya superficie se refleja la historia que alimentamos con cada paso que damos. Las experiencias que vivimos, que sufrimos, de las que aprendemos y nos dejan huella.
En la serie “La piel en la mirada” el autor pretende que conozcamos al personaje no sólo a través de esa piel clara u oscura, suave o deteriorada, herida, dañada o reconstruida, sino que también aporta un poquito del pensamiento de cada persona, plasmado en un pequeño texto que acompaña cada una de las imágenes que expone. Estos pensamientos, citas, dedicatorias, frases e incluso dibujos, los hace cada uno de los fotografiados. Así como existen miles de tipos de caras, miles de tipos de miradas, miles de tipos de pieles y miles de tipos de letras, existen miles de tipos formas de pensar y de ver las cosas.
Con todo este cóctel, Juan José Gómez Molina intenta que conozcamos lo que hay detrás de esas caras, lo que hay detrás de esas miradas, lo que hay debajo de esa piel.
“¿Eres tú ya o eres ya también el que te mira?, no lo sé, pero pido la compasión del que contempla, del que te ve un igual y por lo tanto no juzga”, dice uno de los retratados.
